Tenemos todo lo que necesitamos para salir adelante, siempre.
Nuestra baja autoestima, nuestras dudas, la falta de esperanza, los juicios que hemos hecho, los celos, la rabia, nunca llegaron a tocar nuestras bases, quien realmente somos. En nosotros, se mantienen intactas la esperanza, la nobleza, la voluntad y la capacidad de amar.
Estamos siempre a un paso de descubrirlo, pero en ese momento, decidimos seguir prestándole atención a lo que nos pasa, en lugar de mirar quienes somos de verdad. No sobredimensionemos nuestros problemas.
Al preocuparnos, le estamos dando demasiada sombra a nuestro ser verdadero y no lo podremos ver. No exageremos dramatizando tanto lo que nos pasa. Hagamos conscientemente lo que podamos hacer y dejemos el resto a Dios.
Ser más compasivos con nosotros mismos es lo que necesitamos con urgencia en los momentos difíciles. Al hacerlo, dejamos de resistirnos a lo que nos pasa. Lo que nos pasa, pasará cuando dejemos de ponerle tanta atención. Esta semana, recordemos quienes somos de verdad. En nosotros vive la esperanza y la fortaleza, la alegría, la paz y el recuerdo de que somos perfectos. Lo demás, solo está en el ego.
¡Respira!
Somos mucho más que lo que nos pasa, mas grandes de lo que siempre hemos pensado.